jueves, 13 de agosto de 2009

Cabuqui - Javier Bustillo Gonzalez

Cabuqui: toda una experiencia culinaria en el corazón de Ponce La habilidad empresarial de Javier Bustillo González y la maestría culinaria de Jaime Bayona Quintana han convertido a Cabuqui en una incomparable meca gastronómica de la Ciudad Señorial. Por Carmen Cila RodríguezDe La Perla del Sur Historia, buen gusto y mucho sabor. La excelsa combinación de estos tres elementos han encontrado un nuevo rincón en el pleno corazón de Ponce. Y es que sólo basta oír su nombre para saber que ya se ha vuelto un aposento ideal para comer bien y disfrutar de buena música. Se trata del Restaurante y Cava Cabuqui. La estructura que alberga este prestigioso restaurante es una antigua casona que data de 1883 y que entonces pertenecía a la familia García Barnés. Enclavada en la calle Isabel, fue reconstruida y pintada de acuerdo a los parámetros del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Inicialmente, esta empresa operó con la participación de tres socios. Pero hoy el empresario ponceño Javier Bustillo González es el único dueño de la propiedad. Accesible a todo el mundo Filete Cabuqui: Filete miñón de primera calidad relleno de chorizo, prociutto y queso manchego. Cabuqui abrió sus puertas en septiembre de 2007. Desde entonces su evolución ha ido en continuo ascenso. “Al principio muchos se extrañaron, no es mi expertise, no cocino, pero conozco de buena comida, buen servicio y de administración”, reconoció Bustillo González con una gran sonrisa. Según contó, vio la necesidad de crear un establecimiento de comida en la Ciudad Señorial que estuviera a la altura empresarial, a buenos precios y mejor servicio. “Como cliente, veía que en otros lugares de comida no había estándares en la calidad: un día comía bien y después no comía igual”, lamentó. “Me visitaban los suplidores de San Juan, de Estados Unidos o clientes y cuando salíamos a comer, la oferta era la misma o limitada. Esto era lo que entendía que hacía falta, entre ejecutivos que quieren ir a un sitio agradable”. “Vi que este es un lugar donde pasarla bien, que este negocio podía ser bueno para parejas o para personas en la edad de oro” continuó el también promotor de boxeo. “Aquí puede venir la familia y hay diferentes ambientes en el mismo lugar, con seguridad, estacionamiento gratuito y buena música”, insistió emocionado. Cabuqui posee distintos salones y espacios donde congregarse. Entre ellos el Salón Rojo, apropiado para actividades, reuniones o conferencias profesionales. Pasta Penne con pollo y el toque secreto del chef Jaime Bayona Quintana. Además, la terraza, que cuenta con uno de los árboles de nísperos más antiguos de la zona con un estimado de 150 años de vida. Por si fuera poco el Salón Azul, donde también ubica la cava de vinos. El inventario alcanza las 100 etiquetas de todas las regiones vinícolas del globo como Alemania, Chile, España, Francia, Estados Unidos, Australia, entre otros. También puede degustar de estos vinos por copa. El Menú Cabuqui ofrece en su carta excelente selección de comidas internacionales. Allí se distinguen también las carnes de primera calidad, las langostas y los mariscos frescos del país. Asimismo, una gran variedad de pastas. Para la confección del menú de Cabuqui, su propietario contó en sus inicios con la asesoría culinaria del experto y reconocido chef David Talavera. Sin embargo, actualmente quien dirige las ollas y el sazón es Jaime Bayona Quintana, un joven chef de vasta experiencia. Y la exquisita muestra de su talento no pudo haber resultado mejor. Javier Bustillo vio la necesidad de crear un establecimiento de comida en la Ciudad Señorial que estuviera a la altura empresarial, a buenos precios y mejor servicio. Por ejemplo, este destacado chef preparó un salpicón de cerdo, un sabroso y refrescante aperitivo de lomo cortado en pequeños cuadros. Esto bañado en una vinagreta de aceite oliva, emulsión de cítricos, pimientos surtidos y cilantrillos. Exquisito. Además, el plato rey: el Filete Cabuqui, confeccionado con filete miñón relleno de proscuitto, queso manchego y chorizo. Por si fuera poco, como otro aperitivo se destacan las setas rellenas de pechuga de pollo y queso mancheco. Entre otros platos, se pueden enumerar los calamares a la romana y la pasta penne con pollo con el toque secreto del chef. En la lista se incluye el filete de mero en salsa alcaparras y langosta a la sambuca. Según describió Bustillo González muy elocuentemente, con este último plato “la gente se chupa los dedos”. “Ya llevo 15 años en la industria gastronómica. Era algo que me gustaba y es como un don natural desde pequeño yo cocinaba. Donde yo me crié hacíamos comelonas y yo era uno de los que siempre cocinaba”, destacó humildemente el chef de prodigiosas manos. Vital la preparación y la astucia La estructura que alberga este prestigioso restaurante es una renovada casona que data de 1883. Bustillo González posee cuatro exitosos negocios. Su habilidad empresarial es innata, pero además cuenta con una amplia preparación académica. Posee un grado asociado en Ingeniería, un Bachillerato en Administración de Empresas y dos maestrías, una en Finanzas y otra en Gerencia Internacional. “Tengo preparación académica, pero para mí ha sido bien importante la experiencia de la vida, la calle. He tenido buen olfato en los negocios, pero la calle es lo que me ha ayudado”, afirmó Bustillo González quien por ahora disfruta de esta etapa empresarial, lejos de nuevas aspiraciones políticas. Cabuqui opera los siete días de la semana. Pero de domingo a miércoles sus puertas abren a las 11:30 de la mañana hasta las 9:00 de la noche “y de jueves a sábado cerramos a la 1:00 de la mañana”, concluyó el empresario. ¡Buen provecho!

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