La Pereda (Llanes),Daniel BÁRBARA
Los vecinos de La Pereda, en Llanes, y los forasteros asiduos a la población llanisca celebraron ayer con emoción contenida el centenario del primer santuario erigido en España bajo la advocación de la Santísima Virgen de Guadalupe de México y el 120.º aniversario de la devoción a esta Virgen.
Corría el año 1887 cuando los habitantes de La Pereda comenzaron a venerar a la Virgen de Guadalupe.
Casi veinte años más tarde, a finales del año 1906, los hermanos Diego y Francisco Bustillo, hijos del pueblo llanisco e indianos en México, consiguieron elevar el templo, gracias en buena parte a su entusiasmo por la promoción de la cultura y el progreso de su localidad natal.
Ayer, unos y otros rindieron un emotivo homenaje a los hermanos Bustillo, coincidiendo con la celebración de las fiestas de La Guadalupe, en La Pereda.
Una consideración que se verá complementada hoy, viernes, con la inauguración de una exposición conmemorativa titulada «Efemérides del culto a La Guadalupe de México en La Pereda, 1887-1907-2007».
El acto tendrá lugar a las 20.00 horas en la Casa de Llanes.
La muestra permanecerá abierta al público hasta el 2 de septiembre.
A primeras horas de la mañana de ayer, una salva de voladores anunciaba el día grande de los festejos de la Virgen de Guadalupe de México.
A las 12.30 horas de la mañana, bajo un calor sofocante, los feligreses tomaban sitio en el interior del templo para asistir a la misa asturiana, acompañada de gaita y cantada por el coro parroquial. Tras el sermón eclesiástico, los devotos de La Guadalupe formaron una extensa hilera para rodear en procesión el santuario erigido a finales del año 1906 en La Pereda.
Tras los pasos de los sacerdotes, un grupo de mozos del lugar, vestidos de porruanos, como dicta la tradición, elevó sobre sus hombros un ramo repleto de roscos de pan y adornado con llamativas flores. Tras los galanes porruanos, un buen número de aldeanas recitaba los cantares en honor a la Santísima Virgen a golpe de pandereta. La procesión finalizó con la vuelta de La Guadalupe a la capilla centenaria. Después, los mozos y mozas del lugar realizaron, a los pies del templo, el tradicional ofrecimiento del ramu, seguido de bailes regionales, para finalizar los actos matinales con la danza prima.
Al cierre de esta edición, se celebraba una verbena, amenizada por la orquesta «Tabú» y el «Dúo Fiesta».
La exposición conmemorativa «Efemérides del culto a La Guadalupe de México en La Pereda, 1887-1907-2007» ha sido confeccionada por un grupo de vecinos de La Pereda, que contaron con la colaboración de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento.
La muestra reúne distintas piezas, objetos de culto, documentos epistolares y fotografías aportados por vecinos de La Pereda y se divide en tres secciones: la figura del indiano como mecenas; el ramu como testimonio festivo y social, y la devoción llanisca a La Guadalupe de México.
En relación con el apartado sobre la figura del indiano, se exponen algunos documentos personales y familiares de los fundadores, así como privilegios y concesión de indulgencias, que en su conjunto dan idea de la intensidad y el esfuerzo con que se llevó a cabo la tarea religiosa y social vinculada a la devoción a la Virgen de Guadalupe, al tiempo que se da cuenta de la personalidad, las circunstancias vitales y el estatus social de sus promotores.
Uno de los apartados destacados es la colección epistolar, reflejo fiel de la vida cotidiana y de la ininterrumpida relación entre España y América.
En esas cartas se expone la visión de los problemas familiares y personales, de la economía y de la vida cotidiana y la festiva, y queda patente el mundo tradicional de la aldea que los indianos dejaron atrás, y la aventura, el riesgo y el progreso que encontraron en su emigración a México.
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